El administrador concursal es una figura clave en el concurso de acreedores, para que este evento tenga lugar una empresa debe declararse en situación de insolvencia actual o futura.
El objetivo principal del concurso de acreedores es que la empresa no llegue a la quiebra y pueda hacer frente a sus pagos manteniendo su actividad empresarial. Para llegar a este fin el juez se encarga de nombrar a un administrador concursal y de establecer los plazos para que el deudor negocie con sus acreedores la mejor forma de satisfacer la deuda.
¿Cuál es la labor de un administrador concursal?
El administrador concursal es uno de los grandes desconocidos del concurso de acreedores, sin embargo es una figura ¡Clave!.
El trabajo del administrador concursal consiste en evaluar, analizar y comprobar que la empresa declara el concurso cumpliendo con todas los requisitos y formalidades legales.
También es el encargado de analizar el inventario de bienes y relacionarlo con la deuda de los acreedores. Dicho de forma simple podríamos decir que administra nuestro inventario para que este haga frente a las deudas, por dicha actividad recibe el nombre de “Administración” concursal.
Toda esta actividad se recoge en un informe que hará de base para llegar, o bien a un convenio con los acreedores, o bien a la liquidación.
Por norma general se nombra a un solo administrador en cada caso, y este debe ser economista o abogado. También es necesario que posea una experiencia profesional de 5 años como mínimo y una formación acreditada en Derecho Concursal.
¿Cómo se nombra a un administrador concursal?
En este punto el deudor poco tiene que hacer. La ley de nuestro país dicta que la elección del administrador concursal se llevará a cabo por el Juez del Concurso en el mismo Auto por el cual se declara, aquí también se establecerán las facultades de actuación.
Obviamente, el nombramiento siempre caerá sobre aquellas personas que cumplan con los requisitos establecidos por la ley para poder ejercer la representación concursal.
Sobre los honorarios de la administración concursal
La retribución de los administradores viene dada por parte de los acreedores. El importe varía y viene especificado en un arancel aprobado por el Real Decreto 1860/2004.
Para determinar dichos honorarios se tendrá en cuenta el pasivo, el activo y el grado de complejidad del proceso. Se establecerán dos retribuciones, una para la fase del concurso y otra para la fase convenio o liquidación.
¿Qué obligaciones tiene el administrador concursal?
El administrador concursal debe responder ante el deudor y los acreedores por los posibles daños actos u omisiones de este. Tanta es la importancia de este punto que los administradores deben contratar un seguro de responsabilidad civil.
Junto al Ministerio Fiscal, el administrador concursal puede proponer que el concurso de acreedores de una persona jurídica sea declarado como culpable. Aun así si el deudor ya ha cumplido con la ley y ha realizado todos los procesos de forma correcta. Consecuentemente, deberá estar tranquilo. El administrador concursal solo se encargará de comprobar que todo se ha realizado de la manera adecuada y hará todo lo posible por ayudar a salvar la situación de la mejor manera posible.