El ámbito económico ha venido sufriendo muchos cambios a través del tiempo. El precio de los diferentes bienes y servicios ha venido aumentado, lo que hace que el costo de la vida sea mayor, y, por ende, el esfuerzo de las personas por llegar a fin de mes sea mucho mayor. Desde niños es importante que los padres fomenten en ellos el valor del ahorro, el cual les permitirá reunir una cantidad de dinero determinada para conseguir un objetivo, como por ejemplo puede ser una consola de videojuegos.
Al lograr que ellos comiencen a entender la cultura del ahorro, podrán con el paso de los años comprender el esfuerzo laboral de sus padres por darles lo necesario, y así ellos tomarán el ejemplo para convertirse en personas responsables en el futuro, donde si no existen principios bien arraigados en las familias, los problemas pueden mucho mayor a los que enfrenta la sociedad actual.
Conoce la ley de la Segunda Oportunidad
Los principios de administración son claves en cada individuo y por supuesto en una familia, donde los gastos y compromisos adquiridos son mucho mayores. Llevar un control de tus gastos, te ayudará a cumplir con todos los pagos, pero también a gestionar tu capacidad de ahorrar. Por ejemplo, si en una familia existen 2 entradas económicas, podrán aumentar las posibilidades de ahorro para un fin común, como puede ser la inicial de una casa, un coche, un fin de semana diferente, o unas vacaciones de verano.
Para llevar a cabo lo antes mencionado, es importante que las personas conozcan su verdadera capacidad económica, y no querer aparentar ante los demás bienes que finalmente no pueden terminar pagando, los cuales mecanismos como las tarjetas de crédito permiten tener. Precisamente el uso consciente de tu tarjeta de crédito será clave para que puedas tener una vida financiera estable.
No obstante, cuando no se lleva un control financiero, una persona o física o jurídica tiene muchas posibilidades de adquirir deudas, las cuales si no se atacan a tiempo pueden llegar a ser de montos bastante altos. En el momento donde parece que ya no hay nada que hacer, la legislación española presenta un mecanismo amigable para todos aquellos que se convierten en grandes deudores, como lo es la Ley de la Segunda Oportunidad.
La Ley de la Segunda Oportunidad (LSO) es un mecanismo que permite ayudar a las personas físicas y jurídicas que no están en capacidad de poder pagar una deuda, previa aportación de algunos requisitos.
La vivienda y la LSO
Existe un popular refrán que versa que cada cabeza es un mundo, evidenciando que cada persona tiene una manera única de conducirse y pensar aunque puedan coincidir en muchos puntos con otras. No obstante existe un común denominador en la sociedad, y es que desea de una u otra manera ser independiente en toda la extensión de la palabra. Una vez que un individuo tiene la oportunidad de prepararse en una profesión u oficio y lo pueda desempeñar inicia su independencia económica, y puede comenzar a ahorrar para objetivos más grandes.
Dentro de los objetivos más comunes y trascendentales de una persona en la vida es poder adquirir una vivienda, ese espacio donde podrá independizarse totalmente, y a su vez a corto, mediano o largo plazo formar una familia, entendiendo que debe comprometerse a una serie de pagos anuales hasta poder cancelar totalmente el costo, especialmente si hablamos de un piso propio que obviamente será más costoso que el pago de una mensualidad de un piso de alquiler
Una de las incertidumbres en el proceso de acogida de la Ley de la Segunda Oportunidad, es saber si por incurrir en la deuda existe la posibilidad de perder bienes, especialmente cuando hablamos de una vivienda, debido a que las hipotecas de ellas, son un compromiso económico trascendental.
La Ley de la Segunda Oportunidad puede incluir tu vivienda como parte de pago de la deuda, y según su valor estimado por el banco, podrás saldar incluso hasta el 100% de la deuda. Ciertamente te quedarás sin hogar, pero con la satisfacción de cumplir con el pago del monto adeudado.