Hoy queremos acercarte un poco más a un tipo de deuda en cuestión: la deuda líquida. Esta deuda suele ser la más común, puesto que es, por norma, la obligación de una cantidad exacta que tiene que hacer frente el deudor. Vamos a entrar en más detalles para que cuentes con todos los datos.
En muchas ocasiones desconocemos el tipo de deudas o el tipo de procesos que van a poder iniciar los acreedores para reclamar la cuantía que debemos. Así como todos aquellos procedimientos a los que podemos acogernos nosotros si no estamos conforme con lo que nos solicitan. La desinformación nos puede jugar una mala pasada si no sabemos exactamente a lo que atenernos. Existen multitud de tipos de deudas a las que vamos a poder hacer frente a lo largo de nuestra vida. Es recomendable que, siempre antes de contratar cualquier servicio o producto financiero, adquieras todos los datos posibles. Así evitarás problemas en el futuro y sabrás de primera mano las ventajas o inconvenientes que tienes.
¿Qué es exactamente la deuda líquida?
Las deudas líquidas son aquellas que se expresan mediante letras y cifras, por lo que puede cuantificarse. Por ejemplo, la compra de una casa que tiene un precio fijado o la venta de un coche que tiene su precio de salida desde el primer momento. Las deudas que no serían líquidas son, por ejemplo: los intereses, puesto que no sabemos exactamente la cuantía que es, o por ejemplo una indemnización por responsabilidad civil.
Por lo que, en resumen, la deuda líquida es la que tiene una cantidad conocida y exacta. Si no tienen esta característica no será líquida.
¿Pero por qué es importante saber si es líquida o no?
Esto es importante porque las deudas líquidas son las que te pueden exigir a través de un procedimiento judicial. De hecho, en estos casos el proceso que más se utiliza es el juicio monitorio donde se exige el cumplimiento del pago de esa deuda. Si no se consigue por esta vía se realizarán otras acciones como el embargo de bienes.
Pero para que la entidad o acreedor pueda reclamarte esta deuda tiene que cumplir los siguientes aspectos:
- Como hemos dicho ser una deuda líquida, determinada.
- Ser una deuda dineraria, puesto que el dinero que se exige tiene que expresarse en curso legal ya sea dinero extranjero o nacional.
- Ser una deuda venida. No te podrán reclamar ningún tipo de deuda que se vaya a dar en el futuro. Solo se podrá en este caso las deudas que hayan superado el plazo reglamentario establecido para su pago.
Ahora ya conoces en qué consiste mejor este tipo de deudas que tanto escuchamos en nuestro día a día. Si te encuentras en un proceso de este tipo o quieres saber si tu deuda es líquida, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y estudiaremos tu caso para darte las respuestas más efectivas.