Todos en alguna ocasión hemos necesitado una cantidad de dinero para hacer frente a un pago importante. Quizás lo hemos necesitado para una hipoteca, pagar un automóvil nuevo, hacer reformas en casa o un desembolso importante.
Lo más común es pedir un crédito o préstamo a una entidad bancaria. Es la manera más rápida y sencilla, aunque supone un compromiso y unos gastos.
En caso de las empresas, estas tienen obligaciones de pago hacía sus empleados, proveedores o hacienda.
Por desgracia debido a la actual situación económica, pudiera ser que nos veamos imposibilitado para pagar nuestras deudas. En este caso quizás nos veamos obligados a declararnos como insolvente.
¿Qué significa ser insolvente? Es la imposibilidad por parte de una persona o empresa de cumplir con el pago de deudas en el tiempo previsto. Existe dos clases de insolvencias; la actual es cuando no se puede pagar las deudas actuales y la inminente, es cuando no podremos pagar en un tiempo definido y próximo.
Existe una manera de poder eliminar legalmente nuestras deudas. El deudor puede optar por acogerse a la ley de la Segunda Oportunidad. Claro hay ciertos requisitos para acogernos a esta ley y para que se nos declare oficialmente insolventes.
En algunos casos quizás pensemos que, si esperamos un tiempo determinado, podrán prescribir nuestras deudas.
Sin embargo, dependiendo de la deuda con quien la tenemos contraída existe un determinado tiempo y una resolución diferente. Estos son algunos ejemplos.
- Deuda con financiera, el plazo es de 5 años
- Deuda con hacienda: 4 años
- Deuda bancaria: 5 años
- Deuda de tarjetas de crédito: 5 años
En estos casos, lo mejor es volver a negociar las condiciones de pago lo que nos evitará males mayores como por ejemplo entrar en la famosa lista de morosos.
Existe otro caso de insolvencia con consecuencias muy diferentes; La insolvencia punible. Este es un delito que se efectúa cuando un deudor realiza ciertos actos en su patrimonio para no tener que pagar una deuda.
Esto se refleja como delito económico recogido en el código penal español.
Esto se podría resumir de dos maneras:
- Ocultación o daños de elementos patrimoniales.
- Realizar ciertos actos de disposición que perjudiquen el pago de una deuda.
Este delito conlleva pena de prisión. Dependiendo de cómo se juzgue el delito, que puede ser básico, por imprudencia o tipo agravado, puede llevar una pena de prisión de 6 meses a 6 años y una supuesta multa.
¿Cuándo prescribe un delito de insolvencia punible? Todo dependerá de lo que dicte la ley según el delito y la pena señalada.
Existen diferentes prescripciones:
- Cuando la pena sea de prisión, el delito prescribe a los diez años
- Cuando la pena es una inhabilitación de cinco a diez años, el delito también prescribe a los diez años
- Los delitos leves o injurias prescriben en un año
- Todos los demás delitos prescriben a los cinco años.
En resumen, esperar que prescriba una insolvencia de debería ser una opción debido a todos los problemas legales que conlleva.